Para quienes desean competencia, mejor medidas, más exactas, y que les permite saber las métricas del progreso (o involución) en cada distancia aunque la calle no tenga los paisajes que hay en una montaña, hay ciudades que valen la pena recorrer, porque son bellísimas. Los maratones importantes suelen pasar por los lugares históricos de cada ciudad y eso es fantástico.